Un protector solar hecho con polen
Oct 13, 2025
Científicos desarrollaron un protector solar elaborado con polen de plantas como la camelia y el girasol. Promete bloquear los rayos UV sin dañar los ecosistemas marinos ni causar alergias. Una innovación que une salud, ciencia y sostenibilidad.
La nueva generación de bloqueadores solares
Durante años, la mayoría de los protectores solares han contenido filtros químicos que —aunque efectivos— terminan afectando el medio ambiente, especialmente los corales.
Pero un nuevo estudio propone una alternativa sorprendente: un protector solar hecho a partir de polen natural. Sí, ese mismo polen que normalmente asociamos con alergias y primavera.
Según la investigación publicada en ACS Applied Materials & Interfaces, científicos chinos transformaron el polen de camelias y girasoles en un gel transparente que filtra los rayos UVA y UVB, ofreciendo una protección similar a un SPF 30.
Cómo funciona
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El polen se procesa para eliminar proteínas alergénicas y convertir su cubierta externa en una microcápsula natural resistente a los rayos UV.
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Estas microcápsulas se mezclan con agua o aceites naturales, generando una textura ligera y biodegradable.
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En pruebas de laboratorio, el gel redujo la temperatura de la piel expuesta al sol más rápido que los bloqueadores convencionales.
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Además, no dañó corales ni afectó el equilibrio del ecosistema marino.
Por qué importa
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Protege el planeta
Cada año, miles de toneladas de protector solar llegan al mar y contribuyen al blanqueamiento de corales. Este nuevo enfoque podría marcar una diferencia real. -
Innovación biomimética
El polen, por naturaleza, protege el ADN vegetal del sol. Los científicos simplemente aprovecharon esa propiedad para crear un protector que replica lo que la naturaleza ya sabe hacer. -
Salud más limpia y consciente
Los bloqueadores derivados del polen no contienen nanopartículas ni filtros químicos agresivos. Además, las camelias son autopolinizantes, lo que reduce el riesgo de alergias.
Cuándo podríamos verlo en el mercado
Aunque los resultados son prometedores, aún falta probar la seguridad en humanos y la producción a gran escala. Los investigadores estiman que podría llegar al mercado en los próximos 5 a 8 años si supera todas las fases de prueba.
El bienestar del futuro combina ciencia, sostenibilidad y empatía hacia el entorno. Este avance no solo protege la piel, sino también al planeta.
Quizá dentro de unos años, aplicar protector solar no solo será un acto de cuidado personal, sino también una forma de cuidar la vida en el océano.