Únete ahora

Qué es la autocompasión y cómo puede cambiar tu vida

amor propio autocompasión curso eva latapí mente Apr 28, 2025
mujer viviendo con autocompasión

 Por: Eva Latapi

La autocompasión es una de esas prácticas silenciosas que, aunque invisibles a los ojos de otras personas, transforman profundamente la forma en la que vivimos, sentimos y nos relacionamos.

No es exagerado decir que trabajar en tu autocompasión puede marcar la diferencia entre una vida vivida en lucha constante contra ti mismo o misma o una vida en la que puedas sostenerte, acompañarte y florecer, incluso en medio del dolor.

Pero, ¿por qué trabajar la autocompasión cambia tanto? ¿Y qué significa realmente empezar a vivir desde “otros lugares” cuando te tratas con compasión?

Quiero llevarte a explorar ese viaje interno que pocas personas conocen en profundidad, pero que puede cambiar tu existencia para siempre.

¿Qué es la autocompasión (y qué no es)?

Para entender su impacto, primero necesitamos romper un mito: autocompasión no es auto-lástima ni tampoco “dar lástima”. Autocompasión es la capacidad de reconocer tu dolor, validarlo, y responder a ti mismo o misma con amabilidad en lugar de con crítica o castigo.

Kristin Neff, pionera en la investigación sobre autocompasión, la define como un proceso compuesto por tres pilares fundamentales:

  • Cambiar un diálogo interno autocrítico por uno más bondadoso
  • Reconocimiento de la humanidad compartida, entendiendo que el dolor es parte de ser humano, no algo que sólo te pasa a ti.
  • Mindfulness, es decir, permitirte sentir lo que sientes sin sobreidentificarte con el dolor o evitarlo.

No se trata de ignorar errores, ni de conformarte, ni de usar excusas para no crecer. Se trata de crear un espacio interno donde el error, el dolor y la imperfección puedan existir… sin que eso destruya tu sentido de valía.

La transformación que ocurre cuando cultivas la autocompasión no es superficial: cambia la raíz de la relación que tienes contigo mismo o misma.

Afecta la forma en la que piensas, sientes, actúas, y decides. Y esos cambios se filtran en todas las áreas: relaciones, trabajo, salud mental, proyectos personales, capacidad de soñar, y hasta tu espiritualidad.

Para qué me ayuda practicar la autocompasión  

Aquí te comparto algunas de las principales formas en que trabajar tu autocompasión transforma tu vida:

1. Dejas de ser tu peor enemigo

Antes de practicar la autocompasión, muchas personas viven atrapadas en un ciclo de autocrítica severa. Cada error es castigado con insultos internos, con vergüenza o culpadesmedida.

Al trabajar tu autocompasión, aprendes a hablarte como hablarías con alguien a quien amas. El error se vuelve un momento de aprendizaje, no una sentencia de muerte interna. Y poco a poco, la guerra contigo mismo cesa.

2. El dolor deja de convertirse en sufrimiento innecesario

Dolor y sufrimiento no son lo mismo. Es importante tener claro que, el dolor es inevitable: perder a alguien, fallar, enfermar, vivir un rechazo. Todo esto es parte de la vida. Pero el sufrimiento es, muchas veces, un dolor multiplicado por la resistencia, la crítica y la desconexión. Es lo que ocurre en tu cabeza

Cuando practicas autocompasión, aprendes a sostener tu dolor en vez de resistirlo o pelearte con él. Y eso reduce el sufrimiento que tú te has generado sin darte cuenta.

3. Empiezas a vivir desde la seguridad interna, no desde el miedo

Una persona que ha trabajado su autocompasión no depende exclusivamente de la validación externa. No necesita que otras personas aprueben cada paso que da.

Sabe que, pase lo que pase, se tendrá a sí mismo o misma. Esa certeza interna reduce el miedo al fracaso, al rechazo y al abandono.

4. Tus relaciones mejoran (porque ya no exiges que otros llenen vacíos internos)

Cuando no sabes acompañarte, tiendes a buscar afuera lo que te falta adentro: aprobación, amor, consuelo.

Cuando aprendes a vivir con más compasión contigo, dejas de poner cargas emocionales imposibles sobre tus relaciones. Te relacionas desde la libertad, no desde la necesidad.

5. Se abren posibilidades que antes no veías

El miedo a fallar, la vergüenza de no ser perfecto o perfecta o el terror al juicio suelen paralizar los sueños.

Cuando la autocompasión entra en tu vida, aparece un nuevo permiso: el permiso de intentar, fallar, aprender y seguir. Tus sueños dejan de ser una amenaza para tu valía personal y se convierten en una expresión de tu ser.

Cómo se ve una persona que practica la autocompasión 

Uno de los cambios más hermosos que ocurren al trabajar la autocompasión es que dejas de vivir desde el miedo y la insuficiencia y empiezas a vivir desde lugares más sanos y expansivos, como la confianza en ti, ya que ya no necesitas ser perfecto o perfecta para confiar en que sabrás cuidarte y aprender aun si fallas, desde la ternura, porque comienzas a mirarte con ojos más suaves entendiendo que la ternura fortalece más que la dureza y eres capaz de reconocerte tanto en tus días buenos como en tus días caóticos sin abandonarte, desde la resiliencia real, sosteniendo tu dolor sin romperte internamente y aprendiendo a levantarte una y otra vez sin que cada caída te haga sentir menos dignidad, desde la humildad verdadera, aceptando tus errores sin vergüenza tóxica, aprendiendo de ellos y creciendo con sabiduría práctica, y desde el amor y no desde la obligación, dejando de actuar para demostrar que vales y comenzando a crear, amar y construir desde un lugar de abundancia interior y no de carencia.

La autocompasión es más poderosa de lo que pensamos. por que la vida siempre traerá retos. Siempre habrá pérdidas, decepciones, incertidumbre. Eso no se puede evitar.

Pero cómo los vives cambia todo. Cuando tu relación contigo está basada en la crítica, cada dificultad se siente como una confirmación de tu insuficiencia.

Cuando tu relación contigo está basada en la compasión, cada dificultad se convierte en una oportunidad de crecimiento, de conexión, de coraje.

La autocompasión no cambia la vida porque haga desaparecer el dolor. La cambia porque transforma quién eres frente al dolor. Y eso, finalmente, transforma todo lo demás.

Cómo comenzar a practicar la autocompasión 

Para comenzar a trabajar la autocompasión hay algunos cambios sencillos que puedo recomendarte. No necesitas grandes rituales ni condiciones perfectas, puedes empezar con pequeños actos cotidianos como observar tu diálogo interno y preguntarte cómo te hablas cuando te equivocas, si te insultas o si te consuelas, hacer pausas conscientes cuando sientas que te ahogas en autocrítica, detenerte, respirar y preguntarte qué necesitarías escuchar de alguien que te ama para poder decírtelo a ti mismo, reconocer tu humanidad compartida recordando que no estás solo en tus luchas porque todos los seres humanos fallan, sufren y buscan ser amados, y practicar la amabilidad radical siendo bondadoso contigo aun en los momentos en los que sientas que no la mereces, no porque hayas hecho todo perfecto sino simplemente porque eres humano.

Trabajar la autocompasión cambia tu vida porque cambia la relación más importante que tendrás jamás: ¡la relación contigo!

No es un cambio que se vea inmediatamente en el espejo. No es algo que los demás aplaudan siempre. Pero es un cambio que sentirás en lo más profundo: en cómo te sostienes en los días buenos, y sobre todo en los días malos.

Cuando aprendes a ser tu refugio interno, cuando sabes que no necesitas destruirte para mejorar, cuando puedes fallar sin romperte… entonces, empiezas a vivir de verdad. Y ya no vives desde el miedo: vives desde el amor.

Te invito a comenzar este viaje hacía adentro desde la autocompasión y a ver como todo a tu alrededor cambia.

Curso de amor propio y autocompasión con Eva Latapi 

En paando hemos creado un curso con Eva Latapi para que comiences a trabajar la autocompasión, precisamente. 

En Amor propio y autocompasión, aprenderás a dejar de lado la autocrítica y a tratarte con amabilidad, lo que te ayudará a fortalecer tu relación contigo mismo. 

Mira el trailer:

También te compartimos una lección gratis, para que puedas tener un acercamiento real a cómo es el curso:

Ir al curso